Articulo aparecido en el No. 72 de la Revista Sala de Togas del Ilustre Colegio Oficial de Abogados de Almería
PROTOCOLO
DE TOMA DE MUESTRAS Y CUERPOS DE ESCRITURA PARA REALIZAR EL INFORME PERICIAL
El acto de escribir es un fenómeno enormemente
complejo, intervienen principalmente factores fisiológicos, psicológicos, ambientales,
culturales, materiales, etc.
El gesto gráfico está regido por el cerebro e
integrado en la psicomotricidad general del sujeto. De la misma forma que una
persona anda, habla, ríe y gesticula de un modo peculiar, que permite
distinguirla de las demás, la escritura está conformada por la personalidad de
su autor por su forma de ser y de manifestarse, por tanto tiene pleno valor
identificador susceptible de análisis y medición.
La escritura de cada persona es única e irrepetible,
motivo por el cual el cuerpo de escritura debe recrear las condiciones similares
al texto dubitado, aplicando diversas técnicas para la obtención de ejemplares
testigos válidos para el cotejo pericial.
No existe en nuestro ordenamiento legal ningún
protocolo unificado para tomar cuerpos de escritura a las personas, en casos de
presunta falsificación documental. Cada perito sigue sus criterios y según su
formación y experiencia los utiliza como considera oportuno. Si encima no es un
perito quien recoge estas muestras de escritura, sino que es un funcionario/a
del Juzgado, el asunto se complica al no contar con la preparación necesaria
para ello. Lamentablemente en la mayoría de los casos, su esfuerzo y su buena
voluntad por facilitar al calígrafo muestras de escrituras y firmas de la
persona cuestionada, resultan no ser válidas por lo que hay que solicitar repetirlas de nuevo.
Es el perito calígrafo, el que debe preparar los cuerpos de escritura en función de lo que se cuestione en cada caso, indicando
al sujeto que se somete a la prueba a escribir también con la mano no hábil, sobre todo en
los supuestos de identificaciones de anónimos. Realizar la toma con
útiles semejantes o iguales a los que son objeto de estudio,
efectuar el cuerpo sobre modelos
parecidos o idénticos a los objetos de pericia, conformándolos de tal manera que se puedan valorar
aspectos
técnicos,
que
de
otra forma
quedan inoperantes
para
el
calígrafo, y por último, que sean lo suficientemente extensos y ceñidos a lo que la pericia requiere.
Es fundamental realizar correctamente el cuerpo de
escritura puesto que va a influir en él análisis y el dictamen que refleje el
informe pericial, condicionando una sentencia justa o injusta, según el trabajo
realiza
TIPOS
Existen dos tipos de muestras patrones: las informales
y las requeridas. Las informales existían con anterioridad al proceso judicial,
fueron producidas por su autor en el curso normal de sus negocios, asuntos
personales o simplemente en el libre ejercicio de su aptitud para escribir,
mientras que las requeridas son obtenidas durante el procedimiento judicial.
Las muestras informales son más espontáneas y naturales,
por tanto representan mejor la personalidad gráfica del autor, ya que no hay
motivos para distorsionar o disfrazar la rutinaria expresión de las
individualidades gráficas automatizadas de cada persona.
Por tanto la idea principal para realizar un buen
cuerpo de escritura, es intentar que la persona plasme sobre el papel su parte
más inconsciente, para evitar posibles alteraciones y para ello sí existen
protocolos que el calígrafo, si es profesional y riguroso, debe utilizar.
Para preparar el cuerpo de escritura es necesario, por
parte del perito, un minucioso estudio del documento cuestionado o dubitado, al
objeto de planificar y orientar su realización hacia los rasgos más característicos
que interesen para cotejarlo con los documentos indubitados.
Atendiendo a la clase de impresión pueden
presentarse dos tipos, manuscritos o por impresión mecánica.
Los cuerpos de escritura se pueden realizar:
-
En sede judicial, a instancia de parte y, o
por orden del juez/a.
-
Fuera de sede judicial, generalmente en
bufetes de abogados, con presencia de testigo/s y del perito calígrafo que
redactará el informe. Son fundamentales al inicio de una causa, se incluyen en
un informe pericial como prueba, formando parte en demandas o querellas que lo
requieran.
-
Casos especiales son las pintadas y los grafitis
que es necesario realizarlos en espacios abiertos similares a los que se
estudia.
FORMA DE PROCEDER
En el momento de tomar muestras de escritura de una
persona cuya autoría se pretende determinar respecto a la ejecución o no, del
texto dubitado, es necesario tener en consideración unas premisas que ayuden a obtener
unas muestras de contraste suficientemente fiables que aporten datos relevantes
a la investigación.
El escrito del cuerpo de escritura cuando se realiza en sede judicial, debe
ser dictado en presencia del secretario/a del juzgado o funcionario/a que
el designe que dará fe del acto y del perito calígrafo que va a realizar el
informe.
En él de forma manuscrita se expresa la fecha y lugar
donde se realiza y los datos personales del autor que debe firmar y fechar cada folio, escrito por una sola
cara, indicándole que deje margen izquierdo suficiente para que se pueda leer
cuando esté encuadernado.
Se le pregunta cuál es su mano útil, normalmente la
derecha, en el caso de firmas se le solicita que escriba treinta sin parar.
También se le pide que escriba con la mano no dominante, si resulta que es
ambidiestro, se le solicita que realice otras treinta firmas. El perito ha de
estar muy atento a posibles manipulaciones fraudulentas, especialmente cuando
las muestras se van a utilizar para el estudio de textos anónimos.
El perito
velará que la persona sometida a la prueba jamás tenga acceso, durante ésta o
en momentos previos, al documento cuestionado, evitando así que copie y falsee su gesto gráfico. No se formulará
instrucción alguna en lo relacionado a ortografía, espaciado o puntuación, ya
que ello puede inducir a error. Si la escritura cuestionada contiene faltas
ortográficas o gramaticales, no se corregirá ni influenciará al escritor.
Se debe facilitar al sujeto que obre tan
cómodamente como sea posible, de manera espontánea y natural, lo
cual contribuye a disminuir su tensión.
Tendrá la suficiente extensión para que se plasmen
sus auténticas características gráficas. Será dictado, nunca copiando, del
texto objeto de la pericia y, o de otro que contenga salteadas las palabras de
aquel y a una velocidad rápida, para obligar a su autor a concentrarse en su
elaboración e impedir que tenga tiempo para alterar las grafías, así conseguiremos
la máxima espontaneidad.
No siempre es posible lograr la coetaneidad. Normalmente
los tiempos desde que se rellenó o firmó el documento cuestionado, luego
ocurrió el incumplimiento del contenido, o constatación del delito, pasando por
los tiempos judiciales de la demanda, hasta la toma del cuerpo de escritura
normalmente exceden los dos años que los expertos aconsejan para el confronte
de escrituras.
Es necesario obtener la mayor cantidad de documentos
originales posibles, especialmente cuando el documento dubitado es distante
respecto a la fecha de la pericia.
Dictar el mismo texto palabra por palabra puede ser de
gran ayuda, pero eso no debe impedir que se redacten textos preparados por el
perito en función de determinados rasgos que éste considere de interés para el
cotejo.
También es importante la repetición de caracteres que nos
permitan confirmar el gesto escritural de la persona sometida a la prueba,
advirtiendo de posibles indicios de simulación.
El soporte debe ser similar, papel de igual formato,
cuadrículas de igual tamaño de modo que
el sujeto ajuste la medida de los grafismos al mismo espacio del documento
cuestionado, con renglones o sin ellos,
de calibre y características parecidas en cuanto a su rugosidad, lisura,
opacidad y color.
Además las muestras se deben tomar con el mismo tipo
de instrumento escritor y del mismo color, calibre y grado de dureza, sean
lápices, bolígrafos de tinta pastosa o fluida, estilógrafos, rotuladores, etc.
Si el escrito dubitado tiene números o guarismos debe escribir 15 veces
los números del 1 al 10 y se le dictan unas 20 cifras con cinco dígitos, que contengan
los guarismos interesados, no hay una norma fija.
Si el documento sospechoso por ejemplo, es un pagaré elaborado con
bolígrafo, conviene tomar la muestra en idéntico impreso y con instrumento
escritor de características análogas. Igualmente puede ser necesario invitar al
autor a que observe ciertas condiciones, en razón al género de escritura, tales
como “escriba con letra mayúscula”, “en letra cursiva o ligada”, en “números
romanos o arábigos”, etc.
Dictar varias veces un texto diferente al de duda, intercalando palabras del mismo documento en cuestión, que
puede oscilar dependiendo del tamaño de la letra entre 15 líneas si es pequeña
y 25 líneas si es grande. El texto ha de ser variado en grafías y léxico.
Si existe un escrito bajo una firma, por ejemplo el número del DNI, o
alguna otra escritura, se incluirán también esos elementos dentro del dictado.
Se le solicita que escriba el abecedario en mayúsculas y minúsculas 5
veces.
Por último que vuelva a escribir 20 veces la firma con la mano útil.
Una vez se han tomado las muestras, conviene retirarlas de la vista del
escritor y enumerarlas en el orden en que hayan sido elaboradas.
Examinar, fotografiar y fotocopiar los documentos que porte el sujeto
como DNI, permiso de conducción, pasaporte, tarjetas bancarias o cualquier otro
que lleve su firma y, o que se aporte a la causa.
Puede ser de interés para el estudio la obtención de
muestras de escritos suplementarios como bosquejos, dibujos, la manera de
rellenar sobres de cartas, etc.
CÓMO NO DEJARSE ENGAÑAR POR UN AUTO-FALSIFICADOR
La persona que realiza el cuerpo de escritura no es neutral al proceso judicial que la involucra, por tanto está interesada en probar su inocencia, o en esconder su autoría o simplemente le preocupa el dictamen al que el calígrafo pueda llegar fruto del estudio de su escritura y o firma.
La persona que realiza el cuerpo de escritura no es neutral al proceso judicial que la involucra, por tanto está interesada en probar su inocencia, o en esconder su autoría o simplemente le preocupa el dictamen al que el calígrafo pueda llegar fruto del estudio de su escritura y o firma.
Es de
imaginar que si una persona es requerida para realizar una muestra caligráfica
para su análisis, hay dos condicionantes que van a generar problemas de
autenticidad de la escritura.
Uno es la
tensión y los nervios que producen la idea de ser analizado y en dependencias
judiciales.
El otro condicionante es la posibilidad de ser “cazado” en el análisis, lo que detonaría un difícil juego de ocultación de la letra real para que no se pueda achacar a su persona la autoría del texto dubitado.
El otro condicionante es la posibilidad de ser “cazado” en el análisis, lo que detonaría un difícil juego de ocultación de la letra real para que no se pueda achacar a su persona la autoría del texto dubitado.
Contra el
primer condicionante, no hay nada que hacer, está dentro de la condición humana
y es fácil de comprender por el perito los defectos que este condicionante
produce en la letra.
Pero es en
el segundo condicionante donde la confección de la prueba caligráfica cobra
mayor importancia, con la intención de evitar que el autor pueda enmascarar su
letra real.
La tensión
de la prueba sumada a la intención de encubrir la propia escritura, juega a
favor del perito calígrafo, ya que transcurrido un tiempo de la prueba, la
energía necesaria para ocultar la propia letra se agota, a partir de este
momento realizará con espontaneidad la escritura personal, que es nuestro
objetivo.
Para
alcanzar este agotamiento, el texto ha de ser extenso, y proceder de una
fuente, a poder ser conocida que haga sentirse bien al escritor y que le haga
olvidarse que se trata de una prueba para el análisis de su escritura o firma.
Una argucia
para realizar esta prueba caligráfica, consiste en hacer la prueba de firmas
inicialmente, rellenando dos hojas por completo, indicándole que deje margen a
la izquierda para su encuadernación. De esta forma conseguimos que el autor
pierda la tensión del inicio de la prueba, se acomode en la posición, útil y
entorno y por descontado, inicie el proceso de agotamiento de la energía
necesaria para no distorsionar su propia letra.
Hay más pautas a seguir para la realización de un
cuerpo de escritura, pero eso queda a discreción del perito, según el caso, ya
que él mismo debe buscar la mejor forma de no ser engañado por quién realiza la
prueba con el fin de que no la pueda desvirtuar.
En ocasiones se nos impide desde la propia autoridad
judicial la toma de fotografías
de documentos objeto de la pericia, que nos permiten trabajar con
más rigor y precisión. No entendemos el por qué a veces se autoriza la fotocopia y no la fotografía que nos aporta mayores detalles y color
de forma que el perito podrá realizar
el informe con mayor calidad.
Para finalizar quiero hacer un llamamiento a los operadores jurídicos, procuradores,
abogados, funcionarios, jueces y secretarios judiciales, recabando que el perito calígrafo esté presente
en el
levantamiento de todos los cuerpos
de escritura, ya que éste es el experto
que conoce las técnicas y utiliza
los medios para que se realicen en las condiciones más idóneas en cada
caso. Es indispensable la presencia del calígrafo, ya que en los ámbitos
judiciales, generalmente por desconocimiento, no se tienen en cuenta los puntos
que acabo de exponer.
Si se
respetan estas normas para la elaboración de la prueba caligráfica, es
prácticamente imposible que el sujeto oculte o enmascarare su propia escritura y
se facilita la labor del perito como auxiliar de la Justicia.
Refrendo
GABINETE DE CRIMINALÍSTICA DOCUMENTAL
ASOCIACIÓN NACIONAL DE EXPERTOS EN GRAFÍSTICA
Y DOCUMENTOSCOPIA
Teléfono 645 984 776
EXCELENTE TRABAJO, OPINO IGUAL, SOY DE ARGENTINA BUENOS AIRES, PERITO JUDICIAL ESPECIALIDAD DOCUMENTOLOGÍA. MUCHAS GRACIAS POR ESTE INFORME.
ResponderEliminarAGRADECIDO POR TU COMENTARIO. DESEO CONTACTAR CONTIGO Enviame correo a peritocaligraforefrendo@gmail.com MI WEB ES www.peritocaligrafoalmeria.es
EliminarEn resumen, los perito en barcelona son expertos en su campo que pueden brindar asesoramiento técnico y servicios de consultoría a empresas y organizaciones. Ya sea que necesite pruebas periciales en un caso legal o soluciones personalizadas en seguridad informática, un perito en Barcelona puede ayudarlo a lograr el resultado deseado. Consulte a un perito en Barcelona hoy para obtener asesoramiento y orientación expertos en su campo.
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