domingo, 6 de enero de 2013

ORIGEN DE LA DOCUMENTOLOGIA


ORIGEN DE LA DOCUMENTOLOGÍA
ESCRITURA Y ANÁLISIS PERICIAL. LA DOCUMENTOLOGÍA.
Desde tiempos remotos el hombre ha tratado de dejar estampado su pensamiento de diferentes formas, y aún más, dejar una marca en la historia de su paso por el mundo. Frente a la cultura oral inicial, cuya única depositaria era la memoria, con el nacimiento de la escritura se dio paralelamente la utilización de diferentes soportes y el desarrollo de muy diversas técnicas para realizarla. Así, al principio, el hombre primitivo empleó dibujos y símbolos rudimentarios en piedra que representaban escenas de caza, armas, etc. Estos dibujos, denominados rupestres, son considerados una forma de proto-escritura.
Escritura rupestre
Fueron los egipcios quienes perfeccionaron estos dibujos hasta convertirlos en un verdadero lenguaje escrito, que sería el origen de lo que hoy conocemos como alfabeto. Sin embargo, este sistema era complicado y, por lo tanto, poco práctico para operaciones comerciales. Es por eso que el pueblo fenicio
comenzó con la simplificación de los miles de caracteres ideográficos egipcios, para convertirlos en construcciones silábicas, es decir, cada símbolo representaba una sílaba concreta y, de la combinación de estas, surge la representación de una palabra. Este fue lógicamente el paso previo necesario para llegar a la escritura de caracteres alfabéticos que utilizamos en la cultura occidental actualmente, la cual llegó de mano de los griegos, con algunos aportes posteriores como los signos de puntación, creados para facilitar, ordenar y amenizar la lectura, fruto del intelecto de un gramático alejandrino del siglo primero, antes de la era cristiana.
Si bien al principio el conocimiento y uso de la escritura estaba reservado a las clases sociales superiores, con el devenir del tiempo su uso se fue expandiendo. Con el invento de la imprenta de tipos móviles por Johannes Gutenberg a mediados del siglo XV, proliferó la circulación de libros y manuscritos, y con ello el conocimiento, por parte del vulgo, del idioma escrito.
Sección de una de las biblias de Gutenberg
Este hecho, además de los beneficios a nivel cultural, educacional, comercial, etc. trajo como consecuencia negativa la difusión de técnicas dolosas de falsificación y adulteración de documentos, que evolucionaban a medida que evolucionaba el grafismo como medio de comunicación.
PRIMEROS ESTUDIOS DOCUMENTALES
Hay quienes sostienen que los primeros en establecer medidas de seguridad en documentos a los fines de preservar su integridad y contenidos, fueron los cristianos durante la escritura y traducción de las Sagradas Escrituras. Lo cierto es que los primeros estudios documentales fueron motivados por el interés histórico, naciendo así la Paleografía y la Diplomática, artes que tienden a la lectura y a la averiguación de la autenticidad de los documentos antiguos.
Michon en 1875 enunció sus leyes de los signos gráficos, volcando el interés hacia la autenticidad y falsedad gráfica de documentos contemporáneos. Unas leyes, dicho sea de paso, infortunadas y desvirtuadas más adelante por Crépieux-Jamin y otos investigadores, entre los que se puede contar a Edmond Solange Pellat, grafólogo francés que enunció desde 1927 algunos principios de la expresión gráfica en su célebre monografía “Les lois de l'Écriture”. Aunque los principios de Pellat pueden considerarse como postulados básicos de la función grafomotriz, como leyes del grafismo manual, no deben ser considerados en sentido estricto como leyes de la grafología.
Mucho después de Pellat se han enunciado otros principios rectores de la actividad grafomanual, entre los que se pueden citar los de Buquet, Saudek, Michaud, etc., todos ellos forman parte de los antecedentes de lo que hoy conocemos como Documentología, ciencia cuya actividad principal actualmente es la pericia caligráfica con el objetivo de verificar la autenticidad de documentos y determinar la autoría dolosa.
1. Control cerebral de la actividad gráfica o "ley del impulso cerebral". "El gesto gráfico está sometido a la influencia inmediata del cerebro. El órgano que escribe no modifica la forma de aquél, si funciona normalmente y está lo bastante adaptado a su función".
2. Conciencia y automatización del movimiento. "Cuando uno escribe, el yo está en acción, pero el sentimiento casi inconsciente de esta actuación pasa por alternativas continuas de intensidad y debilidad. Adquiere el máximo de intensidad cuando tiene que realizar un esfuerzo, es decir, en los comienzos, y el mínimo cuando el movimiento de la escritura viene secundado por el impulso adquirido, o sea, en los finales".
3. Ley de la señal del esfuerzo. "No se puede modificar voluntariamente en un momento dado la escritura natural sin dejar en su trazado la señal del esfuerzo realizado para lograr el cambio".
4. Evasión del movimiento automático. "El que escribe en circunstancias en que el acto de escribir es particularmente difícil, traza instintivamente, o bien formas de letras que le son más habituales, o bien formas más sencillas y fáciles de construir".
Los estudios de estos precursores han sido expresados de diferentes maneras, por diferentes autores, en diferentes épocas. Sin embargo, todos ellos coinciden en que toda persona posee una escritura propia y diferente de las demás, principio de base científica corroborado a través del tiempo que sirve como fundamento a la hora de realizar un análisis dirigido a determinar autoría grafica de un texto o firma. Saudek expresaba además, que no se pueden disimular ó modificar todos los elementos de la grafía habitual; asimismo, el intento de cambio deja señales en el escrito que pueden ser detectadas por el experto.
Conviene señalar también que, a diferencia de los autómatas, la escritura de una persona está sujeta a cambios, temporales ó permanentes, originados por diversos factores, endógenos y exógenos; la tarea del documentólogo consiste entonces en atribuir, según su entender y los principios de su ciencia, cuales de estas diferencias pueden ser relacionadas a modificaciones accidentales ó naturales y cuales a causas fraudulentas.
De más está decir que son innumerables las técnicas y formas de modificación de escritura. Según la clasificación de Velásquez Posada (2004), las manipulaciones pueden afectar el “animus” (afectan el contenido ideal ó informativo) ó el “corpus”, entendido este último como las características fisicoquímicas y/o gráficas del documento, es decir, sus elementos alegóricos (emblemas, signos, letras, etc.); sustrato material (grafito, tinta, etc.) o bien el soporte físico del mismo (papiro, pergamino, papel, etc.). Dentro de este último grupo, se encuentran las manipulaciones fisicoquímicas y las grafonómicas.
Por otro lado, Val Latierro expone la siguiente clasificación:
Por manipulaciones naturales debe entenderse a aquellas cuya obra no fue premeditada por el escribiente. Las modificaciones fraudulentas son aquellas en las que el autor buscaba realizar esa modificación a su grafía "normal", recurriendo para tal fin a alguna de las maniobras descritas más arriba. Finalmente, se mencionan aparte aquellas modificaciones que presentas los
manuscritos en los que han intervenido más de una persona. Esta mención hace alusión a que no siempre existe una maniobra fraudulenta en estos casos (p.e., a pedido del mismo autor debido a su extrema debilidad)
En resumen, la Documentología, como parte integrante de la Criminalística, es un conjunto estructurado y sistematizado de conocimientos y procedimientos técnico-científicos dirigidos al estudio de los documentos en general, características, forma de confección, alteraciones, etc., como así también la investigación de manuscritos ó firmas en ellos contenidos, en tanto y en cuanto sean de interés para la investigación judiciaria que se realiza.
ESTUDIOS DOCUMENTALES
Entre la gran diversidad de estudios que se pueden realizar sobre los documentos (impresos y manuscritos) se pueden citar:
- Estudio de autoría gráfica (textos y firmas)
- Detección de adulteraciones (borrado, raspado, lavado químico, enmendado, testado, etc.) y falsificaciones (texto y firma, tipo de maniobra, etc.)
- Determinación de autenticidad en documentos (DNI, pasaporte, tarjeta verde, tarjeta azul, billetes, etc.)
FUENTES CONSULTADAS
BONILLA, Carlos. (2005). Tratado de documentología, Buenos Aires: Ediciones La Rocca.
VAL LATIERRO, Félix. (1963). Grafocrítica. El documento, la escritura y su proyección forense, Madrid: Editorial Tecnos, S.A.
VELÁSQUEZ POSADA, Luis. (2004). Falsedad documental y laboratorio forense, Buenos Aires: Ediciones La Rocca.